Viajamos en una montaña rusa
en el parque de las ilusiones,
subiendo y bajando
cruzando nubes, tocando estrellas
cayendo en picado.
Jugamos a la ruleta
perdiendo hasta los zapatos,
buscando en los bolsillos
monedas para reencontrarnos.
No supe llegar a ti,
te perdiste en el laberinto del desengaño.
Yo me obcequé en creer que me amabas,
cuando las señales me decían lo contrario.
Sigo en este parque de atracciones
subiendo, bajando
comprando palomitas dulces,
una pitonisa leyéndome la mano,
contándome verdades
que me niego a escuchar,
como un reo niega
haber robado.
No hay comentarios:
Publicar un comentario